Museo de la Sal

Recorriendo el Museo de la Sal

La primera parte del Museo de la Sal nos lleva en un viaje hasta el año 1910 para mostrarnos la casa del que era el propietario de las salinas en aquel momento. A través de las diferentes estancias se narra la historia de la sal y su importancia para las Islas Canarias, además del largo proceso de obtención del preciado elemento.

Después de la teoría, en la zona exterior del museo llega la mejor parte. En las instalaciones de las salinas podréis conocer de primera mano el viaje del agua del mar para convertirse en sal recorriendo los cocederos, los hornos y los almacenes donde se guarda.

Cómo funcionan las salinas

A diferencia de otras salinas en las que el agua del mar se bombea o entra en los depósitos a través de canales, en las Salinas del Carmen de Fuerteventura el agua del mar llega de un modo muy especial gracias a las olas, por lo que es conocida como “sal de espuma”.

Utilizando la fuerza del mar y del viento, el agua se transporta hasta los “cocederos”, los depósitos en los que el agua espera pacientemente para calentarse gracias al calor del sol. Siguiendo su camino a través de los canales, el agua llega hasta los “tajos”, donde se evapora para dejar paso a la sal.

Un museo didáctico

El Museo de la Sal de Fuerteventura resulta curioso, especialmente para aquellos que nunca se hayan planteado cómo llega la sal hasta las bolsitas de los supermercados. Al tratarse de un producto tan común en todas las casas, y a la vez tan desconocido, merece la pena explorar este peculiar proceso de fabricación para valorarlo.